jueves, 12 de septiembre de 2013

Visita al mercado municipal de Hermosillo, Sonora.

En mi visita al mercado municipal de Hermosillo, “José María Pino Suárez”, pude observar muchas cosas, desde las más cotidianas, a lo que a mi parecer es sumamente raro de ver en cualquier otro lugar.
   Para empezar, lo primero que observo a mi caminar rumbo al mercado, es un reloj en su fachada, un reloj inservible, como si el tiempo se hubiera detenido en ese lugar, y eso fue lo que pensé al entrar. Antes de darle un vistazo al mercado por dentro, decidí observar lo que se encuentra afuera, y lo que pude ver es una realidad a la que no estoy acostumbrado. Un gran número de indigentes pidiendo ayuda económica, un peso, lo que sea a nuestra voluntad. También pude observar un gran número de personas de la tercera edad. Lo curioso para mí en este caso es, como al parecer, estas personas solo aquí pueden ser escuchadas, los unos por los otros, pero al final, están recibiendo la atención que difícilmente recibirán en cualquier otro lugar. Eso básicamente fue lo que atrapó mi atención de las afueras del mercado, como las personas “invisibles”, en ese lugar son algo importante, me atrevo a decir que son la fachada perfecta del lugar, y le dan ese ambiente familiar y de antaño al mercado municipal.
   Ya estando adentro, lo primero que se puede observar es un olor, para mí no desagradable, pero sí muy peculiar. Después un grupo de gente desayunando, platicando, mirando televisión, leyendo el periódico, la mayoría de las personas ahí eran muy sonrientes, lo que me dejó la impresión de que de verdad les gusta ese lugar, o la comida estaba exquisita.
   Seguí avanzando, pude observar a mi camino variedad de puestos, la mayoría de comida, aunque también logre localizar algunos muy distintos de los demás, como un puesto de bisutería. Había lugares muy peculiares, como una taquería en donde se encontraba una señora haciendo las tortillas de maíz ahí mismo, por lo que tenía una gran clientela. También las famosas malteadas, donde pude mirar a una señora muy agradable, y que solo me dejó con el antojo de uno de sus productos, ya que iba con muy poco dinero.
   Algo que me causo risa, y al mismo tiempo un sentimiento especial, fue el ver como los vendedores se pelean por llamar tu atención. Desde el “pasale, guapo. ¿Qué le damos?”, hasta el “´que se le ofrece güerito?”.  Tengo que admitir que estar en el mercado me hizo sentir querido, al menos es bueno de vez en cuando ver que hay personas haciendo lo posible por llamar tu atención. Lo curioso, es que pasaba por el mismo lugar otra vez, y la cosa era igual, seguían queriendo llamar mi atención, aunque ya les había dejado claro que no quería nada. Eso hizo especial la visita, en el mercado tal vez sí seas un cliente más, pero al menos te hablan bonito.
   En mi recorrido pude observar personas de todas las edades, y algunas con acento foráneo. Pero no había ningún problema entre ellos, todos convivían de una manera muy amigable. Me hicieron pensar que en el mercado no existe ninguna barrera marcada por la edad o por el lugar de origen, solo les importa tu historia, y que nuevas noticias traes contigo.
   Estando ahí me atreví a hacerle preguntas a un vendedor de verdura, llamado Rafael. Él me dijo que el mercado a decaído un poco, en lo que se refiere a la venta de carnes, o verduras. Para él la venta de comida esta igual, y es muy buena. Y lo considero cierto, ya que todos los puestos de tacos, o de lo que sea comida estaban totalmente llenos, algo que sinceramente no esperaba.
  En mi recorrido fue inevitable no detenerme a comer algo, mirando tanta comida, y con los olores tan deseables que se pasean por el lugar. Llegue a un lugar que atrapó mi atención desde el momento que lo mire por primera vez, ya que en una de sus paredes contiene una gran cantidad de trofeos de beisbol. La comida estaba deliciosa, y me hizo entender el porque de que todas las taquerías estuvieran repletas de personas comiendo. Tenía ese sabor que solo puedes encontrar en lugares así, un sabor muy rico, que al menos a mí me recordaba a mi infancia, cuando comía en Guaymas.

   El mercado municipal de Hermosillo es muchas cosas. Es un punto de encuentro, es una fuente de empleo para decenas de personas, un lugar para convivir de una manera sana, y porque no, un lugar donde podrás encontrar esos sabores de la infancia que creías perdidos. Además de un lugar con su esencia propia, sus colores, un lugar a mi parecer único, con personas que van tal vez solo a sentirse acompañadas. Pero eso es lo que más me gustó, sinceramente, el mercado hace que podamos observar a los que afuera la mayoría del tiempo son invisibles. 

martes, 10 de septiembre de 2013

Del olvido al no me acuerdo.

El documental esta hecho por Juan Carlos Rulfo, hijo de Juan Rulfo. En el documental trata de mostrar los pocos recuerdos que las personas que vivían en el pueblo natal de su padre tienen de él. Así como otras personas, y también así como otros recuerdos. Pero esto más que nada nos mostró lo frágil y sensible que puede llegar a ser la memoria.
   En este documental tuvimos la oportunidad de observar y dejar más en claro que la memoria humana no siempre es confiable, más cuando el paso del tiempo se mete con ella. Vimos a personas de la tercera edad hablar sobre sus viejos y añorados recuerdos, algunos muy específicos, otros muy vagos, incluso caían en la fantasía. Creo que esto como investigadores en formación nos crea conciencia acerca de lo confiable que puede ser una fuente oral.
   Podemos correr muchos riesgos al momento de realizar investigaciones orales, se puede dar el caso de  encontrar información no muy confiable, como la del señor en el documental que asegura habló con el “Diablo”. Sin embargo, el investigador no debe tirar todo a la basura, ya que hasta las fuentes que no sean de su utilidad por ser falsas, o poco confiables, quieren decir algo, o de algo le van a servir tal vez en algún trabajo a futuro.

   Para concluir, con lo que más nos quedamos del documental fue eso, la  concientización acerca de las fuentes orales, los peligros en los que podemos caer, así como lo poco confiable que puede ser su información en ciertas ocasiones. Pero como todo, también hay información que resulta confiable, dependerá del investigador llegar a ella, y saber que hacer con ella.

Ensayo Cuati-Cuali.

Es sumamente importante para un investigador reconocer las diferencias de estos dos métodos, los cuantitativos y los cuantitativos,  sobre todo porque sabiendo que los diferencia podrá encontrar el modo de complementarlos. Aunque, en muchos casos, el investigador no escoge realmente el método que quiera usar, o con el que se siente más cómodo, en ocasiones es necesario usar el que sea más conveniente o el que esté más  de acuerdo a lo que estudias, o investigas, cómo lo dice Carolina Martínez Salgado, “mi trabajo se desarrollaba por entero en las áreas de epidemiología y la sociodemografía, disciplinas que trabajan fundamentalmente con métodos de investigación cuantitativos”[1].
    Usar uno de los métodos ya antes mencionados no significa que no podrás utilizar el otro, como ya lo mencione, es importante saber cómo relacionarlos, y sobre todo, cada uno responde diferentes preguntas, con diferentes respuestas, por eso la importancia de saber diferenciarlos, porque solo así el investigador reconocerá la manera correcta de utilizarlos. Claro, depende también mucho de la pregunta que se desea contestar el método que se tendrá que utilizar.
   Los métodos cualitativos y cuantitativos, como todo, tienen historia, no siempre han sido lo que son ahora, han ido evolucionando hasta llegar a lo que son hoy, eso lo deja claro el autor Roberto Castro, “muchos científicos sociales se han alejado del ideal físico-natural de antaño, y se han acercado a las humanidades, y más que explicar leyes sociales que expliquen las determinantes de la conducta, se interesan por analizar el sentido que los individuos atribuyen a sus actos y a su entorno”.[2]
   Algo que distingue a los métodos cualitativos es la forma de usarlos, o tratarlos, esto se resuma a acciones, cómo: preguntar, escuchar, observar. Se puede ver a este método como otra forma de estudiar los hechos del hombre desde distintas ciencias, una forma distinta de hacer observaciones.
   Hay que tener algo claro, estos métodos no son fáciles de implementar, con los métodos cualitativos, llegaran momentos en los que el investigador se encontrara rodeado de dudas, preguntas que lo harán sentir confundido, debido a que es un medio de estudio que atraviesa variadas disciplinas, y además no se encuentra ligado a una teoría en sí. Los investigadores tienen que estar consientes de que cuando entren al campo de lo cualitativo se podrán encontrar contradicciones. Pero no todas las preocupaciones serán iguales, estas variaran de acuerdo a el campo o el área desde donde se indaga, pero eso no es todo, a esto se le suma “barreras derivadas de las diferencias nacionales, raciales, culturales y de género”.[3]
   En el texto de Castro, podemos observar tres cuestiones que son de suma importancia si se desea comprender mejor las cosas respecto a los métodos cualitativos:
1.      La cuestión ontológica: “exige una definición respecto de la forma y naturaleza de la realidad, y de lo que se puede conocer de ella”.[4]
2.      La cuestión epistemológica: “exige una definición respecto al tipo de relación que se establece entre el científico que conoce y la realidad que se conoce”.[5]
3.      La cuestión metodológica: “exige una definición respecto de los métodos específicos con los que se puede conocer la realidad”.[6]

   Pudimos encontrar en el texto de Carolina Martínez Salgado una periodización respecto a las disciplinas humanas, desde el principio del siglo XX, hasta nuestros días. El primer periodo que podemos encontrar es el llamado por la autora como “periodo tradicional”, que comenzaría desde antes del siglo XX al final de la segunda guerra mundial, este periodo es conocido debido a que los estudios cualitativos se hacen desde una perspectiva o enfoque positivista, y el centro de estos estudias eran las personas extranjeras, o simplemente extrañas o diferentes.
   Seguiría el periodo llamado por la autora como “modernista” o “edad de oro”, que comenzaría de la época de la postguerra hasta los años 70’s, pero la autora considera que aun en nuestros días tiene presencia. En este el paradigma más poderoso es el postpositivismo, y sobre todo algo de lo más característico de este periodo, es que se comienzan a investigar procesos sociales importantes, y se le comienza a dar voz a los grupos más desafortunados de la sociedad.
Le sigue el periodo llamado como “periodo de géneros borrosos”, según la autora esta tercera etapa está marcada por que inicia y termina con dos obras de un mismo autor, “The Interpretation of Cultures”, y por “Local Knowledge”, ambos de Cliffort Geertz. Geertz dejó en claro algo, que las fronteras entre las ciencias sociales y las humanidades se estaban borrando, o cada vez dejando de existir. Que había una especie de mezcla entre la ficción, ya etnología etc. Al mismo tiempo nacían nuevas maneras de aproximación, como el neopositivismo, el neomarxismo, etc. Cambiaba todo, incluso la autora menciona que se dejaron de publicar los artículos científicos, y se comenzó a escribir en ensayos, esto cambiando la manera en que se transmitían las nuevas investigaciones. Por último también se fueron borrando las reglas sobre cómo, y sobre que tenía que tener un trabajo de investigación, los paradigmas dominantes fueron el naturalista, el postpositivista, y el construccionista.
 A continuación sigue el periodo llamado crisis de representación, este periodo se puede fichar entre los años ochentas y los noventa del siglo XX, y se caracteriza por una gran variedad de crisis, se vuelve a discutir sobre los planteamientos ya establecidos, al mismo tiempo también se pone en duda los planteamientos sobre la validez, confiabilidad y la objetividad. Otra cosa que se pone en duda es el modelo previo de la verdad y el significado. Por último se pone en cuestionamiento la relación entre el trabajo de campo y los hallazgos encontrados en este.
   Algo que también se cuestiona son dos supuestos de la investigación se cuestionan, el primero es la capacidad del investigador para capturar la experiencia vivida, a esto se le llama de una manera más correcta “crisis de la interpretación”. Lo segundo que se cuestiona seriamente es si los métodos para lo cualitativo sea realmente lo ideal, o lo que de verdad sea de mayor utilidad para estos, a esto se le llamó “crisis de la legitimidad.
   Ante estos problemas se buscaron rápidas soluciones, y efectivas, para el primero se buscaron respuestas a base de lo que el investigador intenta es recrear un texto sobre la experiencia vivida por el sujeto de estudio.
   Por último y para cerrar con los métodos cualitativos tenemos el periodo postmoderno, se inicia a finales de la década de los 90’s, se caracteriza por el surgimiento de nuevas epistemologías de ciertos grupos que nunca antes se llegaron a manifestar. Se empieza a realizar más investigación orientada a la acción,  desde un modo mucho más crítico frente a las perspectivas sociales, y ahora las investigaciones se tornan las teorías más locales, y se trabaja ahora con temas más específicos. Tampoco se cree en una teoría en sí, o para ser más claro, no se considera que alguna sea la verdad absoluta, además para este periodo se cuenta con un gran apoyo.
   Ahora comenzaré a hablar sobre los métodos cuantitativos, estos privilegian la medición entre variables, así como el análisis entre relaciones casuales entre variables. El principal factor de estos métodos es que consideran que existe una realidad social que es sumamente independiente de los individuos, y que puede ser cognostible mediante la cuantificación. Esto supone varias formas metateóricas:
1.      “Una primera decisión se refiere al nivel de realidad que debe ser conocido, asociado estrechamente a los factores objetivos, externos a los individuos”.[7]
2.      “Se piensa que esos factores objetivos constituyen patrones regulares, cuyas leyes pueden ser conocidas”.[8]
3.      “Al enfatizar la importancia de las [leyes] sociales que existen en la realidad y que determinan la conducta de los individuos, se privilegia la explicación como tipo de conocimiento predecible.”[9]
4.      “Al postular la conducta humana puede explicarse en relación con las leyes sociales, se tiende a favorecer un nivel de análisis macro, que permita la generalización de los hallazgos.”[10]
5.      “Dado que se asume que los fenómenos sociales presentan patrones recurrentes y generales. En consecuencia, el conocimiento puede desarrollarse por medio de una lógica-hipotetica deductiva, en la que la falsación constituye uno de los puntos nodales de la actividad científica.”[11]
6.      “Con el fin de permitir la verificación, se asume que es posible recordar la realidad en forma precisa, y que este recorte se puede lograr, en primera instancia, por medio de conceptos bien delimitados.”[12]
7.      “Finalmente, y consecuencia de lo anterior, una última decisión se refiere al carácter explicativo y sintético (de grandes cantidades de información), que, se asume, es posible imprimir al discurso científico-social.”[13]
Sin duda, lo que más caracteriza a los métodos cuantitativos es la aplicación de numérica a los estudios realizados. Esto debido a la gran utilidad de la estadística, sin embargo, no nace específicamente para aportar a los estudios sociales, la estadística se adaptó de un modo que es de gran utilidad a lo social. Es importante señalar que, cuando se decide aplicar a un estudio los métodos cuantitativos se conoce ya si es posible que las propiedades básicas de la estadística también existen en el objeto de estudio.
   Para concluir, es necesario el uso de los métodos para la investigación, hay que saber en que tipo de trabajos se usaran, y cómo. El investigador tendrá que conocerlos de manera casi perfecta, aunque sus aplicaciones varían, y tendrá que tomar un bando según sus necesidades, o sus estudios, claro, esto no será eterno, siempre se puede pasar de un lado para otro, el investigador tiene que recurrir a lo que le sirva o ayude para terminar con su trabajo, y dejarle al mundo de la ciencia algo digno y satisfactorio para él.












Bibliografía.


Roberto Castro, “En busca del significado: supuestos alcances y limitaciones del análisis cuantitativo, en Para comprender la subjetividad. (México: El Colegio de México, 2002).

Carolina Martínez “Introducción al trabajo cualitativo de investigación. En para comprender la subjetividad. (México: El Colegio de México, 2002).




[1] Martínez Salgado, Carolina. “Introducción al Trabajo Cualitativo de Investigación”. Pp. 33.
[2] Castro, Roberto. “En busca del significado: Supuestos, alcances y limitaciones del análisis cualitativo”. Pp. 57.
[3] Martínez Salgado, Carolina, Pp.37.
[4] Castro, Roberto, Pp.60.
[5]Ibíd. 200,. Ibíd,61
[6] Ibíd.
[7] Ibíd.
[8] Ibíd.
[9]Ibíd.
[10] Ibíd
[11] Ibíd
[12] Ibíd
[13] Ibíd.