martes, 26 de noviembre de 2013

Valle del yaqui.

Visita al Valle del Yaqui.
Por Luis David Valdenegro Ventura.
Sobre el valle del yaqui se pueden observar y decir muchas cosas, desde lo pintoresco y bello que es el lugar, hasta la interesante historia que rodea al lugar y sus alrededores.
   El primer lugar al que llegamos fue al municipio de  San Ignacio Río Muerto, es municipio desde 1997 según sus habitantes. Lo primero que se hizo fue ir a la biblioteca, donde nos dieron información muy variada, de distintos temas. Ahí, el encargado del lugar nos platicó sobre las cosechas de Noviembre, las cuales según él (y otras personas que entrevistamos a lo largo de nuestro recorrido), son del 15 al 25 de dicho mes, y lo que se cosecha y siembre son hortalizas, trigo, entre otras especies de semillas y alimentos. O en otras palabras, de nuevo según el encardado de la biblioteca “Lo que menos agua gaste”, es lo que se trata de cosechar. Lo cual se puede tomar como una cultura de ahorro del agua, tanto en los campos como en el municipio, están consientes que dependen de una presa, y un pozo. Esta idea la pude reforzar al no encontrarme con fugas de agua en el lugar, ni ver a personas haciendo uso indebido del líquido, o simplemente tirarlo. Al final el encargado nos mandó a la casa del señor Antonio Rodríguez (bola de nieve), debido a que es considerado el “cronista del pueblo”. Para nuestra mala suerte, no se encontraba en el municipio, así que seguimos nuestro recorrido.
   Llegamos a un edificio de gobierno, el cual nos llamó la atención, porque no teníamos idea de que era, o cual era su función. Era un centro de capacitación de maestros, ahí el señor José María  Días León, el en encargado nos atendió, al parecer muy feliz de tener visitas. Nos mencionó la función del lugar, que es capacitar a maestros de distintos lugares, y esto fue lo que me llamó la atención, que se encuentre en un lugar tan pequeño, y abarque hasta ciudades como Guaymas y Empalme. Los maestros tienen que ir hasta San Ignacio para recibir cursos, o diplomados de diferentes tipos. Además, el lugar cumple otra función, el de un centro de usos múltiples. Acuden desde oficiales de policía a dar cursos, hasta alumnos de diferentes grados de escolaridad a realizar sus tareas. Esto debido a algo muy curioso, pero entendible, y como lo dijo el señor José, “nosotros tenemos el único cañón del pueblo”.  El centro está en buenas condiciones, pero pudiera estar mejor, debido a la falta de recursos.
   Ahí, y en otros lugares nos hablaron sobre las fiestas del lugar, que curiosamente serían una semana después de nuestra visita, el 28 de noviembre. Y la pregunta era ¿qué festejan?, nos respondieron que festejaban otro año más de que se dio el reparto agrario. Hacen bailes, acude la mayoría de la población del lugar, y de otros poblados cercanos, al parecer las fiestas duran más de un día, y los pobladores la esperan con ansias, y esperan que otros acudan a festejar con ellos. Porque debido a la compleja historia del lugar, los pobladores al menos se muestran orgullosos de su historia, y la platican con mucho entusiasmo.
   En la oficina ejidal nos dieron más información, además de mostrarnos algunas lapidas que esperan poner en las tumbas de los llamados “mártires de San Ignacio”. Según lo que nos platicaron ahí y otros pobladores, estos 7  líderes lucharon por sus tierras, debido a que el gobierno federal intentaba arrebatárselas. Debido a esto fueron asesinados. Sin embargo, por esta misma razón les dieron a los pobladores tierras, (no supieron darme la razón específica de la entrega de tierras), y por esta razón son considerados mártires del lugar.
   Debido a esto se hace otra celebración el día 23 de Octubre de cada año, donde se recuerda a los mártires de diferentes maneras. Se hacen comidas, bailes, ofrendas, y muchas personas van y ven una especie de dramatización de los hechos.  Otro aspecto importante que debemos recalcar, es el hecho de que después de muchas peticiones al gobierno del estado, por fin se celebrara el día en Sonora, todas las escuelas de educación básica izaran la bandera a media asta. Esto en honor a los mártires de San Ignacio, lo cual se pudo apreciar, hacía felices a los habitantes del lugar.
   En cuanto a historia no nos pudieron decir mucho sobre la llamada “colonia militar”, que se encuentra a menos de 300 metros de San Ignacio. Los pobladores solo pudieron decirme que fue fundada después de la revolución, de soldados que llegaron del sur del país, a trabajar las tierras del norte, y que al parecer en los días actuales solo la habitan personas de origen indígena.
   Los pobladores dicen contar con los servicios básicos que serían luz, agua, drenaje, etc. Y alegan vivir bien, en un lugar pacífico, donde ya se conoce a los ladrones de siempre. Para muestra de esto es que la iglesia todo el tiempo está abierta, y no cuenta con huellas de vandalismo estilo grafiti. Así como la presencia de iglesias protestantes en el municipio, la cual, de acuerdo a lo que nos dijeron algunos pobladores, está cada vez más frecuentada.  No cuentan con transporte público, debido a que el lugar es demasiado pequeño, y la gente ya se acostumbró a caminar para todos lados. Además de la agricultura, también se practica la ganadería, y la pesca, claro, estas con mucha menor presencia en el valle.
Un objeto de estudio en San Ignacio puede ser por obvias razones la “matanza de San Ignacio”. Por ser del siglo pasado, se puede pensar que existen variedad de fuentes, así como lo interesante que puede llegar a indagar sobre el tema. Con diferentes enfoques, el tema es muy tentador.
   Además de la Colonia militar, de la que al parecer poca información se tiene. Estas visitas además nos sirven para enseñarnos los múltiples vacios historiográficos que hay, y los cuales se pueden llegar a llenar con nuestro trabajo.

Nuestra siguiente parada fue Pueblo Yaqui, un poblado que tiene muchos años luchando por ser considerado municipio, pero aun no lo ha logrado. Al igual que en San Ignacio, se puede apreciar un buen número de negocios, desde tiendas de ropa, hasta “cybers”, así como restaurantes, y de muy reciente aparición, los súper mercados como “Ley” o “Santa Fé”.
   Aquí según los pobladores, se dio el reparto agrario en 1937 con Lázaro Cárdenas, y llegaron personas de distintos orígenes, dentro del mismo estado como de otros, que serían la mayoría de Sinaloa y Chihuahua. Y para muestra de agradecimiento en el centro de la ciudad en la calle más transitada se encuentra un monumento en honor al ex presidente Cárdenas.
   Se muestra como un pueblo dinámico, con mucho movimiento tanto vehicular como de personas. La mayoría de estas trabajan en el campo, la otra se dedica a los negocios locales. Algo que pude observar, fue que enfrente del nuevo súper mercado Ley, se encuentra un negocio local, un mini súper que al parecer abastecía a la mayoría del pueblo antes de la llegada de las dos grandes empresas. Para quitarme algunas dudas acudí con Alejandra, una joven que atendía en un negocio de venta de flores. Ella me dijo que Ley, tiene muy poco abierto, alrededor de una semana, y Santa Fé alrededor de dos meses. Pero ninguno le ha quitado la clientela al minisúper local, ya que tiene sus clientes fieles. Con esta chica hable de otros temas, y pude observar ciertas cosas. Se tiene una cierta indiferencia por parte de la juventud hacia la violencia, ya sea hacia personas más grandes o de su edad, “si los matan es por algo”. Así como también se tiene un gran deseo por salir del poblado, la mayoría de los jóvenes aspiran a migrar a ciudades del estado, o incluso de otros estados. Ya sea por estudios, o porque quieren vivir en ciudades grandes, los jóvenes buscan salir de ahí. De esa misma mujer me entere que ahí “no hay nada que hacer” a pesar de los bailes que se hacen cada fin de semana, lo cual puede ser un fuerte incentivo más para migrar fuera del poblado.
   Se pueden observar un gran número de personas mayores sentadas en las bancas que están sobre la calle principal, lo cual según ellos ya es toda una costumbre que los autonombrados “abanicos” se sienten ahí y miren a las muchachas pasar.
   Buscamos la iglesia, debido a que fue, o sigue siendo un punto importante del pueblo. Llegamos a una iglesia católica, la parroquia del lugar, que de igual manera a la de San Ignacio está abierta mientras este el sol presente. Platicamos con la secretaria de la iglesia, y nos dio cierta información. La iglesia fue hecha parroquia en 1950, más desconocían su año de fundación como iglesia. Hablando con la secretaria salió el tema sobre el nuevo papa de la iglesia católica, a lo cual ella respondió “siempre hemos confiado en la iglesia”, el nuevo papa no se tiene que esforzar tanto.
 Antes de irnos llegamos a una pared, donde se encontraba algo escrito, bajo el lema de “Acción poética Pueblo Yaqui”, y fue interesante ver esto, como ha llegado un movimiento de esta magnitud e intereses a este poblado.
   Entre las problemáticas de estudio que se pudieran dar en Pueblo Yaqui, son la migración que se dio del estado de Chihuahua, o de Sinaloa a dicho lugar.
   Además de los orígenes de la iglesia, cuyos terrenos fueron donados por un señor que se presume aun sigue vivo y habita en Ciudad Obregón, Sonora.






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