lunes, 18 de noviembre de 2013

Visita al Valle de Empalme.

Visita al Valle de Empalme.
Luis David Valdenegro Ventura.
Podemos decir muchas cosas sobre la visita de estos espacios, desde su lejanía geográficamente hablando, y su baja demografía, hasta los animales que se pueden llegar a encontrar.
   En el camino hacia Ortiz, ejido perteneciente al municipio de Empalme, se puede observar que se tiene dedicado mucho espacio para lo agropecuario. Durante nuestra visita se pudo ver que lo que este temporada permite cosechar son sandias, melones, pepinos, etc.  Los campos se miraban dinámicos, personas trabajando, camiones esperando la hora de la salida, carros esperando a ser cargados por la cosecha. Así como también se pueden observar diferentes edificios, que sinceramente desconozco su uso, pero que se miraban están directamente relacionados con el sistema agropecuario.
   Llegamos a Ortiz, lugar que fue fundado en 1881, como resultado del tendido de la vía del ferrocarril Guaymas-Hermosillo. Su nombre se debe a que se le rindió un homenaje al gobernador de ese entonces Rodrigo Ortiz Retes. Antes el lugar se llamaba Noria del Valle. Los terrenos donde está ubicado Ortiz pertenecían mayoritariamente a la familia Maytorena Tapia, aunque también de la familia Oros, y los Campillo.
   Lo primero que se observa en Ortiz, es la falta de población, calles anchas, grandes, pero sin personas ni automóviles que las habitaran. Se podían observar una, o dos personas cada cierto tiempo. Se tiene una calle principal, que es la única que está empedrada, y no es pura tierra como todas las demás. Aunque se puede decir, que lo que más atrae la atención del lugar es el famoso “Cuartel de Ortiz”, un viejo pero bello edificio que se encuentra en malas condiciones.
   Llegamos y comenzamos a realizar nuestro trabajo, entrevistando a las personas, pero más que entrevistar, sinceramente sentí en la mayoría de las ocasiones que platicaba con ellos. Una señora solitaria en la calle nos mandó a una tienda, para que pudiéramos preguntar más, debido a que los de ahí tenían demasiado tiempo viviendo ahí (se puede decir que durante todo nuestro recorrido así nos mantuvimos, aplicando lo que se llama “bola de nieve”).  La señora de la tienda notó inmediatamente que no éramos originarios del ejido, pero a pesar de eso hablo con mucha fluidez, o confianza. Ella nos dijo lo que todas las demás personas nos mencionaron, que el ejido está abandonado por el gobierno en todas las instancias. Y lamentaba la falta de organización de los pobladores, ya que consideraba que faltaba un líder en el lugar, que pudiera organizar a las personas. Otra cosa que mencionó ella, y todas las personas que nos cruzamos en el lugar, fue el deseo de cuidar el cuartel que ahí se encuentra, de hacer lo que sea para que pueda durar mucho más tiempo en pie,  así como también desean que el gobierno pudiera poner más atención a dicha edificación.
    Después ella nos mandó con un señor muy conocido en el ejido, un señor que fue juez por mucho tiempo en el poblado, Don Ernesto Carrera. Seguimos caminando y llegamos a un lugar donde hacían tortillas de harina.  Ahí se pudo observar que los habitantes tienen el mismo sentimiento de abandono por parte del gobierno. Así como también nos mencionaron la migración que se da hacia la capital del estado, por diferentes razones, trabajo, estudios universitarios, búsqueda de una mejor vida, etc. El uso del espacio en el ejido se basa en eso, casas, una que otra tienda, así como puestos como este, digamos especificados a hacer algo, en este caso tortillas de harina. Claro, sin olvidar el uso agropecuario que se encuentra a las orillas del ejido, pero que sinceramente no sabría separar de un ejido a otro. Los jóvenes del ejido trabajan en las empacadoras, o en el campo, y en las tardes se juntan en diferentes partes del pueblo a pasar el tiempo, mientras las personas mayores se sientan fuera de sus casas a tomar café y comer pan de dulce.
   Nuestro siguiente destino fue el pueblo de “La Atravezada”. El ejido se nota por mucho más poblado que Ortiz, y con más actividad comercial. Puede que se deba a que está a las orillas de la carretera, o la carretera lo parte en dos partes. Inmediatamente los lugareños nos mandaron a la casa de “Chayo López”, de nuevo, pudimos observar el efecto “bola de nieve”. Él nos dijo que llegó al pueblo en 1954, proveniente del valle del Yaqui, al igual que muchas otras familias. Sin embargo, la entrega oficial de los documentos de las tierras se dio hasta 1960.
   En el Ejido se puede observar muchas casas, así como tiendas, expendios, cantinas, etc. Así como un gran número de jóvenes salientes de la secundaria y de la preparatoria. Fuimos con ellos, y platicamos un poco. Nos hicieron saber que a pesar de que hay poco que hacer para un joven en los ejidos, son felices ahí. Van a la escuela, en las tardes juegan futbol, y cuando hay bailes van, claro, siempre cuidándose de los “pleitos” que al parecer son muy comunes en los jóvenes de los ejidos. Sin embargo, muchos jóvenes no se ven viviendo ahí en una edad mayor, aspiran irse a un lugar más grande, o con más futuro, como los Estados Unidos. Los jóvenes tienen que pedir raite para poder llegar a sus casas, ya que no todos son de la Atravezada.
   Observando a los jóvenes pedir raite, me llegó una pregunta a la cabeza que solo podría quitármela teniendo la respuesta ¿Qué los motiva a venir a la escuela, a pesar de batallar tanto incluso para llegar a sus casas? La respuesta que me dieron me sorprendió, “Porque hay ganadería” dijo uno de ellos, a lo que los demás asintieron con la cabeza. Es interesante como su gusto por los animales, y todo lo que tiene que ver con ellos los hacen recorrer kilómetros solo para poder aprender.

   Del mismo modo, aquí las personas salen a convivir en las tardes, los más jóvenes se van a la placita a convivir, mientras los mayores se sientan a platicar en sus patios. Las fiestas del ejido se realizan a finales de Septiembre, festejando según algunos pobladores, la fundación del ejido.
   En este lugar la problemática que las personas más mencionaban era la escases de trabajo en algunas fechas. Ya que según ellos se tiene trabajo por temporadas, en los meses de agosto a julio se tiene que vivir de lo que se tiene guardado, debido a que no hay trabajo en esas fechas.
   Algo que nos llamó mucho la atención fue una iglesia protestante que se encuentra en el lugar, al percatarnos de esto fuimos a preguntar sobre ella, a lo que nos mandaron con los que se la llevan ahí, según los habitantes. Llegamos a donde nos mandaron, y sí, efectivamente eran personas de religión cristiana, y nos hablaron sobre la iglesia, nos dijeron que tiene mucha presencia de personas, los días domingos dijeron, se pueden ver hasta 100 personas provenientes de todos los ejidos. Además, hay varias iglesias de la misma religión en la mayoría de los ejidos, las cuales también tienen un gran número de creyentes los días de “concierto” como le llaman a su rito religioso.
   Nuestra última parada se trató del ejido Maytorena,  un lugar que se puede observar un tanto solitario, y más pequeño que los demás, a pesar de que es más cercano a Empalme, y Guaymas. Sucedió lo mismo, la bola de nieve nos llevó con el secretario ejidal, quien nos habló un poco del ejido en los últimos años y el presente, pero desconocía totalmente su historia, para resolver esto nos dio un documento que sacaron de un museo según el entrevistado.
   En este caso, nos menciono los problemas actuales del ejido, como la drogadicción, que a su consideración no es tan grande como en otros lugares, pero sí se puede llegar  a convertir en un problema grave. Así como algo que afectó a todo el ejido, y que fue mencionado un par de veces más por otros vecinos, la salación de los pozos. Esto ha traído diversos problemas al ejido, desde que las personas tengan que migrar más al norte, hasta la pérdida de sus cosechas.
   Se puede observar la estructura del pueblo, como está enfocada a las vías del ferrocarril, y esto debido a que por algún tiempo este sirvió como parada para dicho transporte. De igual manera que en los otros ejidos, las personas aquí no salen a las calles hasta que se mete el sol, los jóvenes a la tienda, o a la placita, y los más grandes salen a comprar pan de dulce, y tomar café. Consideran al pueblo un lugar seguro, en el que es fácil reconocer a los visitantes del lugar, debido a  que todos se conocen. Aquí solo pude observar un establecimiento mercantil, lo demás eran casas, y una pequeña escuela. Según lo que nos dijeron los habitantes, las primeras personas que se asentaron ahí venían provenientes del valle del Yaqui, del estado de Sinaloa, así como del estado de Chihuahua.
Algo que se puede decir, es una problemática de estudio, son los efectos que ha traído la salación de los pozos de agua en Maytorena. Los habitantes nos mencionaron la migración como una consecuencia, pero es demasiado superficial, me gustaría entrar más a fondo de ello, como un cambio en el ecosistema o en el ambiente puede llegar a alterar la vida de los pobladores del lugar.
   Otro aspecto es la migración hacia los ejidos, por lo general por personas provenientes del sur del país. Como es la vida del migrante mexicano en México, en un lugar muy diferente al de su origen.
   También en Ortiz, sobre el Cuartel. Me gustaría conocer su historia, ya que ningún habitante me supo dar a ciencia cierta un poco de información sobre él.
   En La Atravezada, sería interesante investigar u observar la iglesia protestante del lugar, y entrevistar a las personas que acuden a ella.¿ Como hacen que una iglesia así funcione en el medio de la nada?

   Algo que también atrapó mi atención fueron las múltiples personas que se pueden observar con sobrepeso. Y es algo curioso en un lugar tan lejos de los restaurantes de comida rápida.

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